"TENGO FE"

Tengo fe, y la manera en que vivo mi vida, demuestra mi fe!
!Magnífico!
Es en verdad muy hermoso escuchar a alguien hablar de su fe, pero..
Déjame decirte algo:
Puedes tener montones de fe, una cantidad exorbitante de ella, de hecho,
podrías ser tan bueno como la madre Teresa, o hacer muchos milagros,
curar a la gente, o conducir caridades alrededor del mundo, pero…
Si tu fe no esta anclada en la vida, la muerte y la resurrección de
Jesucristo, no podrás salvarte!
Y eso porqué???
Porque solamente la fe que es puesta en el Hijo del Dios Todo Poderoso,
aquel que El nombró como el Salvador del mundo, es la fe que salva!
Cuando lo aceptamos como nuestro Señor, recibimos su Santo Espíritu,
para que dirija nuestras vidas, y obedeciéndolo, seremos guiados hacia
una vida de amor y entendimiento de nuestro semejante.
Pero, para podernos salvar, tenemos que obedecer a Dios!
“Y este es el mandamiento: Que crean en el nombre de su Hijo Jesucristo,
y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.” I Juan 3: 23.
Aceptar a Jesús como nuestro Salvador, es obedecer a Dios!
Así que, no importa que tan bueno o malo seamos!
Lo que verdaderamente importa es si tenemos a Jesucristo o no!
Lo tienes? BENDITO SEA DIOS!
Pero si todavía no lo has aceptado como tu Salvador…
No te preocupes!
El te está esperando con los brazos abiertos para darte una nueva vida!
Recuerda:
Tienes que hacerlo mientras tu corazón todavía esté latiendo,
y tus pulmones todavía estén respirando el aire contaminado
de este mundo!

ALABA AL SEÑOR POR SU BONDAD,
ALÁBALO POR SU AMOR!


José Salazar
S. de C.

"EL PECADO, DULCE FRUTO"

El pecado es un fruto dulce a nuestro paladar, pero una vez que esta dentro
de nosotros, se vuelve amargo! Imposible de digerir!
Nos tomamos un laxante para sacarlo, pero en vez de dirigirse a nuestro
estómago, se disemina por todas las partes de nuestro cuerpo y alma,
afectando su adecuado funcionamiento física y espiritual.
Uno a uno todos nuestros pecados se van uniendo entre sí cambiando
por completo nuestro comportamiento!
Nuestros días se llenan de nubes lluvia y frío!
Nos volvemos enojones y amargados!
Comenzamos a odiar!
Un buen día comprendemos que necesitamos ayuda! Ayuda de Dios!
Y de pronto nos acordamos de nuestra madre que cariñosamente nos decía:
Hijo: No te olvides de Jesús!
El murió en la cruz para perdonar nuestros pecados cuando lo aceptamos
como nuestro Señor y Salvador!
El te pondrá de nuevo en el camino de Dios!
Claro que sí! Eso es! Y juntando las manos y con la cabeza agachada
en señal de humildad, comencé a orar:
Señor Jesús, por favor perdóname!
Me arrepiento de todos mis pecados!
Ayúdame a acercarme a ti!
Ahora comprendo que el pecado es el odio! Tu eres el Amor!
Enséñame a amar a la gente como los amas tú!
Ya no quiero pecar!
Un nuevo día comienza a brillar para nosotros cuando lo invitamos
a entrar en nuestro corazón!
Ahora podremos sonreír de verdad!
Dios está con nosotros!
Gracias Jesús!
Tu eres mi Señor y Salvador!
Desde ahora y para siempre, yo…
ALABARÉ AL SEÑOR!

GLORIA A DIOS!

José Salazar
S. de C.

"MADRE DE JESUS"

Nuestros hijos e hijas son las mas valiosos posesiones que nuestros
cuerpos pueden producir, y deshacernos de ellos antes de nacer
es despreciar el regalo mas hermoso que Dios pueda regalarnos.
Nuestros descendientes!
La cosa mas terrible que una mujer pueda confrontar es el perder la opor-
tunidad de quedar embarazada de nuevo despues de hacerse un aborto.
Es nuestro derecho! Dicen!
Sí! Sin duda lo es! Nadie puede decir que no!
Pero las consecuencias podrían ser muy peligrosas y deprimentes!
Es su derecho!
Pero tambien podria llegar a ser su “izquierdo”!
Si la Virgen María hubiera apelado a ese derecho de abortar,
No podríamos decir: ELLA ES LA MADRE DE JESUS!
Y tampoco podríamos llamarle: BENDITA ENTRE LAS MUJERES
Como el Arcángel Gabriél le dijo! Lucas 1: 26.
Pero gracias a Dios si podemos llamarla así!
Gracias Vírgen María por darle vida al Salvador del mundo!
Puede que tu no tengas dentro de tu vientre al Salvador del mundo,
pero podría ser que tengas la alegría de tu vida entera y el placer de
escuchar de él o de ella llamarte: Mamá!
Jesucristo nos perdona cuando se lo pedimos de corazón!
Descanza en los brazos de Jesús!
Descanza en el regazo del Señor!
Si tu madre todavía vive, dale un gran abrazo y un beso y dile
con todo cariño: MADRE TE AMO!

Ama a tus hijos e hijas y enseñales a …
AMAR AL SEÑOR!

FELIZ DÍA DE LAS MADRES!

DIOS TE BENDIGA!
MAMÁ!

José Salazar
S. de C.