"LA INCREÍBLE FE DE UN LADRÓN"

Jesús crucificado junto a dos ladrones, moría!
Uno de ellos dudando de El, decía: Si en verdad eres el Hijo de
Dios, bájate de esa cruz y sálvanos a nosotros!
El ladrón se refería a una salvación física, sin embargo el otro,
con una fe extraordinaria, reconociendo a Jesús como Rey y
Salvador le decía a su compañero: Como puedes decir eso?
Nosotros merecemos esta muerte pero El no, porque es inocente!
Y volteando la cabeza hacia Jesús le dijo: Señor, acuérdate de mi
cuando estés en tu reino!
Lo reconoció como Rey a pesar de las circunstancias en que estaban,
con el rostro desfigurado por los golpes, el cuerpo destrozado y
sangrando por doquier, por causa de sus heridas.
Realmente se necesita tener una inmensa fe para poder pensar que
alguien listo a morir pudiera darle su ayuda!
Me da miedo pensar lo que yo en su lugar hubiera hecho, tal vez lo
mismo que todos los demás! Sin embargo aquel ladrón creyó en El,
Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino!
Escucha: Jesús no le dijo: Si quieres venir al cielo conmigo,
primero tienes que leer la Biblia, o tienes que obedecer los manda-
mientos porque era obvio que no lo hacia!
Tienes que leer la Biblia, ir a la iglesia. etc, sino que solamente
le dijo: En verdad os digo que hoy, estarás conmigo en el paraíso!
Esta es la clase de fe que necesitamos!
Sin embargo como no la poseemos, tenemos que acercarnos a Dios
para que nos ayude a obtenerla! Creer que Jesús puede salvarnos
y darnos vida eterna es la fe que necesitamos! Crees tú?!
Qué con eso? Acaso necesito ser un ladrón para poder tener fe?
No! El otro no la tenía, y Dios se apiadó de uno de los dos!
Dios dijo: Tendré misericordia del que tendre misericordia”
Éxodos 33-19.
Sin embargo, después, extendió su Misericordia a todo el mundo:
“Y Dios amo tanto al mundo que envió a su único Hijo para que
todo aquel que en El crea no se pierda......” Juan 3-16.
Necesitamos acercarnos más a Dios para aumentar nuestra fe!
La fe es un regalo de Dios y necesitamos su ayuda para obtenerla!
Nosotros siempre le pedimos a Jesús que haga milagros para poder
creer en El! La Gracia no se compra con nada, solamente se recibe
de las manos del Señor! Es un regalo de Dios!

“Señor acuérdate de mí, cuando estés en tu reino!”
Entonces El nos contestará: Sígueme, ya no tardamos en llegar!
Nuestra obediencia a Jesús es la base de nuestra fe! ALÁBALO!

José Salazar
S. de