"EL ALFARERO"

Antes de que nada existiera, Había Dios, Él siempre ha existido
y existirá para siempre!
El creó al hombre a su imagen y semejanza: Génesis 1-26.
Dios siempre ha exigido obediencia de nosotros, y a cambio,
El nos cuida y nos provee de todo lo que necesitamos cuando
somos fieles, Él sabe perfectamente, nuestras necesidades.
Es muy triste decirlo, pero muchos de nosotros, solamente nos
acordamos de Él, cuando necesitamos su ayuda.
Él es nuestro Creador, y tiene todo el derecho de hacer con
nosotros lo que quiera!
Como el Alfarero!
Si el alfarero está haciendo una vasija, pero cuando está girando
su mesa se da cuenta que la masa está muy suave o muy dura y
las paredes de la vasija comienzan a torcerse, y no “obedecen”
la forma que el alfarero quiere darle, lo destruye, toma más
barro y prepara otra mezcla y comienza a hacer una nueva
pieza sin que haya nadie quien le diga que no está bien!
Dios es nuestro Alfarero!
Nosotros fuimos creados con un propósito en la vida, y si por
nuestra desobediencia torcemos ese propósito, Él puede des-
truirnos como si fuéramos una pieza de barro!
Oh Señor: Cual es el propósito de mi vida en este mundo?
Como puedo saber si lo estoy haciendo bien?
Bueno, Él nos dejó instrucciones en su libro llamado La Biblia,
Si! Ese mismo libro que siempre has rehusado leer!
Dios está tan cerca de nosotros, como se lo permitimos, porque
mientras más cerca del pecado, más lejos estamos de Dios!
Sin embargo, Dios nos hizo con mayores ventajas que el barro
porque estamos vivos y podemos hablar, para implorarle que
nos ayude, y nos perdone nuestro Gran Alfarero, y no nos
destruya como un pedazo de barro porque Él sabe muy bien,
lo frágiles que somos! Pero si en vez de pedirle perdón,
orgullosamente le decimos que no somos culpables de pecado
y que merecemos vivir…. Cuidado!
El Arrepentimiento nos hace voltearnos hacia Dios!
El arrepentimiento es el deseo de dejar de pecar!
Y Cristo siempre está listo para ayudarnos y perdonarnos
cuando lo recibimos como nuestro Señor y Salvador!
ALABALO!

José Salazar
S. de C.