Como flotando en una cáscara de nuez sobre el ancho mar,
vamos surcando las aguas violentas en el océano de la vida.
Pero qué pasa?
Porqué no nos hemos hundido todavía a pesar de todas las
atrocidades que le hemos hecho a nuestro barco, y con todos
los altibajos de un mar embravecido tratando de lanzarnos
fuera de sus lomos? Porqué?
Porque no estamos solos; tenemos con nosotros a un Ser
Grandioso con unos brazos muy poderosos alrededor de
nosotros, que nos cuidan y nos mantienen a flote sin mere-
cerlo, con su ayuda nada puede pasarnos; y mientras que
este Todopoderoso Señor quien nos cuida, lo siga haciendo,
seguiremos navegando sin problemas!
Nosotros no somos los dueños de nuestras vidas, Él es!
Y si no ha decidido voltear nuestra barcaza, es porque nos
quiere vivos para amarle y servirle; y cuando esté en su
agenda retirarnos de este violento y angustioso mar, si lo
obedecemos, nos llevará a otro mucho más grande, eterno
y tranquilo, único, lleno de esplendor y cosas hermosas que
para nosotros son imposibles de imaginar.
De rodillas le damos gracias por todo lo que hace por nosotros
y tranquilos y contentos le brindamos nuestro amor, el cual
recibe con cariño y nos lo devuelve con creces.
Quién como Tú Señor, dueño de la vida y de la existencia de
toda tu creación.
Por tu amor a ti mismo, cerrando los ojos para no ver nuestras
rebeliones, nos miras a través de Tu Hijo a quien enviaste a
este mundo a salvarnos, varón humilde, sincero, Justo, Noble
y Santo quien vino a rescatarnos, y nosotros lo aceptamos,
lo respetamos, lo admiramos, y bendecimos su Nombre.
Gracias Dios mío, por darnos la oportunidad de alcanzar las
promesas que pusiste enfrente de nosotros para poder abrazar
la vida eterna quien es Cristo Jesús!
Señor Nuestro!
GRACIAS DIOS MIO!
GRACIAS POR TANTO AMOR!
José Salazar
S. de C.
vamos surcando las aguas violentas en el océano de la vida.
Pero qué pasa?
Porqué no nos hemos hundido todavía a pesar de todas las
atrocidades que le hemos hecho a nuestro barco, y con todos
los altibajos de un mar embravecido tratando de lanzarnos
fuera de sus lomos? Porqué?
Porque no estamos solos; tenemos con nosotros a un Ser
Grandioso con unos brazos muy poderosos alrededor de
nosotros, que nos cuidan y nos mantienen a flote sin mere-
cerlo, con su ayuda nada puede pasarnos; y mientras que
este Todopoderoso Señor quien nos cuida, lo siga haciendo,
seguiremos navegando sin problemas!
Nosotros no somos los dueños de nuestras vidas, Él es!
Y si no ha decidido voltear nuestra barcaza, es porque nos
quiere vivos para amarle y servirle; y cuando esté en su
agenda retirarnos de este violento y angustioso mar, si lo
obedecemos, nos llevará a otro mucho más grande, eterno
y tranquilo, único, lleno de esplendor y cosas hermosas que
para nosotros son imposibles de imaginar.
De rodillas le damos gracias por todo lo que hace por nosotros
y tranquilos y contentos le brindamos nuestro amor, el cual
recibe con cariño y nos lo devuelve con creces.
Quién como Tú Señor, dueño de la vida y de la existencia de
toda tu creación.
Por tu amor a ti mismo, cerrando los ojos para no ver nuestras
rebeliones, nos miras a través de Tu Hijo a quien enviaste a
este mundo a salvarnos, varón humilde, sincero, Justo, Noble
y Santo quien vino a rescatarnos, y nosotros lo aceptamos,
lo respetamos, lo admiramos, y bendecimos su Nombre.
Gracias Dios mío, por darnos la oportunidad de alcanzar las
promesas que pusiste enfrente de nosotros para poder abrazar
la vida eterna quien es Cristo Jesús!
Señor Nuestro!
GRACIAS DIOS MIO!
GRACIAS POR TANTO AMOR!
José Salazar
S. de C.
No comments:
Post a Comment