Cuando sentimos en nosotros que nuestro peso esta un poco arriba
de lo que consideramos normal, nos ponemos rápidamente a dieta!
Ya sea que simplemente dejemos de probar un solo bocado, que
comamos solamente ensaladas sin aderezo “Dressing”.
Y comenzamos a monitorear nuestro peso subiéndonos sobre una
balanza continuamente. Un mes pasa a toda prisa, nos pesamos
nuevamente y decimos: Que bien! Ya he perdido bastante peso.
Me siento muy feliz, la ropa me queda holgada, me siento mas
Liviano puedo caminar mejor! Me siento feliz!
Entonces, las tentaciones comienzan a llegar!
Vámonos a un restaurante a celebrar!
Que tal un pedazo de pastel como postre? Porque no?
No creo que me perjudique tan solo una rebanada!
Olvidamos la balanza por completo y un mes después.. .. ..
Para nuestra sorpresa pesamos más que antes de comenzar
nuestra dieta! Que fue lo que pasó?
Muy simple! Hicimos un propósito, y lo cumplimos! Es cierto!
Pero fue por solamente un mes!
La dieta no es vigilar lo que comemos por solamente un mes!
Sino cambiar totalmente nuestros malos hábitos en la comida!
No solamente por un mes! Sino por toda nuestra vida!
Es una promesa que debemos sostener toda la vida! Debemos hacerlo!
No solamente por nuestra figura, sino por nuestra vida!
Cuando sentimos en nuestras espaldas el peso del pecado, sentimos
El deseo de acercarnos a Dios para librarnos de ellos y sentirnos mejor!
Nos sentimos muy contentos de comenzar una nueva vida, de creer en
Jesucristo, y claro, de ser Cristianos!
Pero como va pasando el tiempo, las tentaciones comienzan a llegar, y si
no tenemos en nosotros las armas adecuadas para pelear contra el pecado,
comenzamos a caer hasta el suelo sin que nadie detenga nuestra caída!
Hicimos una promesa es verdad! Pero no para toda la vida! O si?
El precio de seguir a Jesucristo no es barato!
Pensamos que todo va a ser color de rosa, pero no lo es! También hay rojo,
Amarillo y negro! Bien negro!
Hay rosas! Si! Pero también hay muchos cardos “espinas”
Hay felicidad! Pero también hay lágrimas!
Pensamos que hay mucha libertad, pero no del todo!
Pensamos que todo es paz! Pero también hay guerra!
Tenemos que deponer las armas que el diablo usa en contra de nosotros
mismos para nuestra derrota! Estas son: El orgullo! El odio! La envidia,
la mentira! Y cambiarlas por las “ Herramientas” de Dios para hacer
nuestro trabajo Cristiano! El Amor! La Verdad! La Caridad! La Piedad!
No es solamente decir Creo en Cristo! Sino demostrarlo con nuestro
Trabajo Cristiano usando las “Herramientas” de Dios!
Es imposible tratar de hacerlo sin las herramientas adecuadas!
Jesucristo pone dentro de nosotros toda la ayuda que necesitamos
cuando nos rendimos a El!
Cuando depositamos en El todo nuestro amor y confianza!
Cuando ponemos nuestras vidas a sus pies y nos ponemos a su servicio!
No solamente por un mes! Sino para siempre!
El que persevera hasta el fin, dice La Biblia, obtendrá la vida eterna!
Bueno dice alguien: Yo soy flaco y no necesito ponerme a dieta!
Tu cuerpo será delgado, pero tu corazón y tu alma deben de estar
al reventar con tanto pecado!
Jesucristo es para todos! Si!
Pero desgraciadamente no todos son de Cristo!
Aprovéchalo tu! Ábrele tu corazón!
Nuestro sufrimiento aumenta nuestra paciencia!
El odio hacia nosotros aumenta nuestro amor!
La oscuridad del mundo se despeja con la Luz!
Con la Luz de Cristo!
Cristo es La Paz! La Paz del mundo!
Nuestra Paz!
GLORIA A DIOS!
José Salazar
S. de C.
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