“Misericordia quiero, no sacrificio, el conocimiento de Dios,
más que las ofrendas!” Oseas 6-6.
ACUERDATE!
Antes de irse a la cama, un hombre de rodillas decía:
Señor: Ten piedad de mí!
Ten piedad de éste pobre pecador!
Que de nada en esta vida es merecedor!
Ten compasión, que por mi debilidad,
Hasta el fondo del fango he ido a parar!
Yo quisiera apartarme de esta horrible suciedad,
Ten cosideración de mí, que por tanto que he pecado,
muy lejos de tí he llegado, y sé, que para poder volver,
Necesito volver a nacer!
Acuérdate de todas las veces que por tí he ayunado!
Acuérdate de las tantas oraciones que te he enviado!
Acuérdate también de los sacrificios que te he dedicado!
Y ten misericordia de mí!
Después se durmió y soñó que Dios le hablaba:
Misericordia? Sabes acaso qué es la misericordia?
No siempre has vivido en la Discordia?
Peleando por cualquier cosa insignificante,
volviéndote peor que un maleante?
No todo el tiempo violas mis Mandamientos?
No cuando ayunas trabajas?
No cuando oras, ni siquiera te das cuenta lo que adoras?
Mas pareces estar en la luna pensando en el dinero!
En como ser rico y amasar una fortuna!
En donde está tu consideración por la gente?
TU TAMBIEN ACUÉRDATE!
Acuérdate cuando quieras hacer un ayuno o un sacrificio!
Acuérdate de tu deber de amar al prójimo!
Acuérdate de dejar de pecar y alejarte del vicio!
Acuérdate de la Caridad y de dar servicio!
Acuérdate cuando quieras llenarte la cabeza con silicio!
QUE MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO!
Y sobre todo acuérdate!
Acuérdate del Cristo que murió en la cruz para que obtengas tu perdón!
E invítalo! Invítalo a que entre a vivir en tu corazón!
Y aunque tus pecados sean tan negros como los nubarrones cuando llueve,
quedarán emblanquecidos como la nieve!
ACUÉRDATE!
José Salazar S. de C. 81.
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