Dos ejércitos peleaban, uno por la Bondad, y el otro por la Maldad.
Balas, flechas, lanzas, cuchillos, y todos los proyectiles que se te ocurran.
cruzaban hacia el lado de la Bondad, ésta, quería ayudarlos pero su
orgullo era demasiado grande para aceptar la ayuda.
Entre los dos ejércitos, estaba el campo de batalla, un gran espacio al que
también se le llama::“La línea de fuego”.
Algunos que ya no querían pelear por la maldad, se arrastraban por el suelo
queriendo llegar al lado de la Bondad, arriesgándose a que las balas de su
propia gente los hiriera, como pudieron, se las arreglaron para cruzar a
través de la línea de fuego, y alcanzaron llegar, pero agotados y sin
fuerzas para poder levantarse, le dijeron a los soldados que los llevaran
ante su Líder cuyo nombre era Jesús.
Que están haciendo aquí? Les preguntó Jesús, y ellos le contestaron:
Con todo el respeto que usted se merece mi General, estábamos peleando
en contra suya cuando sus flechas de amor nos traspasaron el corazón, y
perdimos el deseo de pecar, y ahora queremos ponernos a su disposición.
Las vidas vacías que antes llevábamos, llenas de pecado eran inútiles.
Nos arrepentimos, y ahora queremos poner nuestras vidas a sus pies!
Queremos pelear en el ejército suyo!
Si nos acepta… Siempre le seremos fieles!
Ahora sabemos que el cielo o el infierno, comienza aquí en la tierra,
y queremos empezar una vida nueva luchando juntos por la Bondad!
Ahora sabemos que le pertenecemos y estamos muy contentos!
Muy bien! Dijo Jesús, me parecen muy sinceros!
Jesús llamó a su comandante y le dijo:
Dale a cada uno su uniforme y su espada del Espíritu Santo que es
La Palabra de Dios, para que estén listos para pelear por La Verdad!
Desde ahora serán de los nuestros! Si Señor! Dijo el comandante,
me da gusto que los halla ayudado, pero, siento mucha lástima por
aquellos que no tienen suficiente coraje ni fe, y se quedan varados a la
mitad de la línea de fuego y no sabiendo hacia que lado dirigirse,
permanecen perdidos para siempre!
Cada día que pasa, la línea de fuego se va acortando para que pueda
hacérseles mas fácil cruzar hacia este lado, es más… ya es un hecho!
Jesús ya esta tocando a tu puerta!
La línea de fuego es tu corazón!
Solamente ábrelo y dile:
Señor Jesús: Aquí estoy! Me rindo a tus pies!
Permíteme que te llame mi Señor!
ALABA AL SEÑOR!
José Salazar
S. de C.
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