"EN UNA CRUZ"

 

 

Con los brazos abiertos en un a cruz ensangrentada

Con las manos y pies con clavos taladradas

Y una corona de espinas,

murió Jesucristo para lograr la salvación!

Lágrimas de sangre por sus mejillas rodaron,

En sus ojos revelaba la angustia de su Corazón,

En su semblante reflejaba la agonía de su alma,

y por su garganta brotaba un grito de desesperación:

Perdónalos Señor que no saben lo que hacen!

Perdónalos Señor! Que no saben quién Yo soy!

En tus manos encomiendo mi espíritu, El dijo

en su último suspiro y en oración!

Despues volvió a la vida!

Despertó a la resurrección!

A la derecha del Padre ahora se encuentra,

y desde el cielo nos envía Su Bendición!

Crée en El!  Crée en El Cristo!

En su vida, en su muerte, 

y en su resurrección!

Guía Señor, guía nuestros pasos para encontrar tu camino!

Y dános fuerzas para seguir en él!

Alúmbranos la senda para no estar a oscuras

y en mal camino nos podamos meter!

Inunda nuestras almas con tu Santo Espíritu

Para que todo lo malo que hay dentro de nosotros pueda morír!

Y con Sus Dones maravillosos y enseñanzas,

a Tí y a mi prójimo podamos servir!

Y cuando todo en la vida se termine,

En Tu morada por Tu Misericordia y Tu Gracia

Hemos de vivír.

GLORIA AL SEÑOR!

José Salazar

S. de C.

"LA BATERIA"

 

Qué pasa si desconectamos la bacteria del automóvil y la pone-

mos en un  rincón del garaje?

Poco a poco la energía positiva que almacena, se le va saliendo

hasta quedar completamente vacía, descargada, muerta!

Si queremos usarla de nuevo, esto es, si no la dejamos morir com-

pletamente, vamos a tener que volverla a llenar de energía positiva 

la que poco a poco se le fue saliendo sin darnos cuenta.

Lo mismo pasa con nosotros cuando nos abandonamos y dejamos

de usar nuestros músculos los cuales son el cargador de nuestra 

batería? 

Que pasa?

Bueno, nuestros músculos se van quedando flácidos, débiles, las

fibras de nuestro cuerpo, se van debilitando, y comenzamos a 

ganar peso, comiendo demasiado, escapando de nosotros la ener-

gía positiva que guardamos, la que nos hace estar fuertes en cuer-

po, alma y espíritu, poniéndonos en riesgo de contraer enferme-

dades porque nuestras defensas  se van debilitando!

La batería de nuestro cuerpo, se carga ejercitando nuestros múscu-

los, los cuales son el cargador de la batería de nuestro cuerpo,

porque la batería de nuestra alma y espíritu, se descargan, cuando 

nos vamos alejando de Dios, llenándonos de energía negativa

perdiendo el dominio de nosotros mismos,  cayendo en la deso-

bediencia a Dios!

Nuestro cargador de energía positiva, es La Palabra de Dios, 

La Biblia, y nuestras oraciones y alabanzas se van haciendo cada

vez menos frecuentes, hasta abandonarlas  por completo!

Primero comencemos a acercarnos más a Dios, para llenar nues-

tras almas y espíritu positivamente, enseguida nos daremos cuenta

de que también necesitamos llenar nuestro cuerpo  de esta energía,

ejercitando nuestros músculos y nuestra mente. 

Porque recuerda:

“Mente sana en cuerpo sano”

Todo está al alcance de nuestra mano! 

No nos olvidemos de nosotros como nos olvidamos de la batería 

de nuestro vehículo en el garaje.

“Abandonemos toda negatividad, y regocijémonos cada día en el

Señor que vive y reina por todos los siglos.”

SONRIE, DIOS TE AMA!

ABRELE TU CORAZON!

José Salazar

S. de C.

"AMAR Y SERVIR"

 

Hay un refrán que dice: “En el pecado está el castigo”

Pero escucha esto: “En la Gracia está el perdón!”

El pecado es la fruta prohibida que nos hace agua la boca, y

a pesar de que sabemos que recibimos un castigo por pecar,

lo seguimos buscando y nadando en él!.

Dios es Amor, es cierto, pero también es Justo, y cuando pecamos, 

no se detiene para castigarnos por nuestra desobediencia.

Porqué somos tan tercos? Porqué seguimos ignorando los sagrados

Mandamientos de Dios, volviéndonos cada vez más desobedientes?

Y así, abrimos la puerta del armario en donde Dios guarda la vara

para castigarnos por violar sus santas Leyes.

En la Ley de Dios no hay perdón porque Las Leyes son muy rectas 

y nosotros demasiado torcidos por causa del pecado.

Somos como un árbol que crece torcido y nunca se podrá enderezar!

Es cierto esto?

No! Para Dios no hay imposibles; pero primero, tenemos que tener 

el deseo de enderezarnos y pedírselo a Dios con fe!

Señor: Estoy más torcido que una enredadera, sé que te va a dar mu-

cho trabajo enderezarme, pero por favor, quisiera estar más recto que 

un poste de luz, estoy cansado de vivir esta vida llena de ansiedades, 

angustias y, más, por causa del pecado, dime Señor que puedo hacer?

Tomé una Biblia y la comencé a leer y aprendí, que los Mandamien-

tos de Dios no nos salvan, solo nos condenan, y Dios quería salvar-

nos, por eso es que envió a su Hijo al mundo a morir en una cruz

para perdonar nuestros pecados. Y puso su Santo Espíritu en nues-

tros corazones para poder obedecer sus sagrados Mandamientos  los 

cuáles son: Amar y servir  a Dios y a nuestro  prójimo!

Porque obedeciendo estos dos, los estaremos obedeciendo todos!

Pero si fallamos en uno solo de los dos, fallamos en todos!

Y así, obedeciéndolos, podremos abandonar al hombre viejo y torcido

y comenzar a vivir una nueva vida en el hombre recto  para poder al- 

canzar las promesas de Dios de una vida eterna en el cielo junto a Él!

Escucha: 

Amar a Dios es obedecerlo, y a nuestro prójimo: Servirlo!

“El que no vive para servir, no sirve para vivir”  Decía:

Madre Teresa de Calcuta.

GLORIA AL SEÑOR!

José Salazar

S. de C.

"SED SANTOS"

 

Dios quiere que seamos santos, pero no nos fuerza a ello, 

porque debe de ser por voluntad propia.

Esta es la transformación que recibimos del Espíritu Santo 

cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador, 

decidimos abandonar al hombre viejo y recibir al nuevo.

El hombre viejo es por causa del pecado que reina en nosotros 

desde el Paraíso, Y el hombre nuevo es cuando renunciamos a 

la Paternidad de Adán y recibimos la Paternidad de Jesucristo.

Esto es desde luego una transformación del pecado a santidad!

Sin embargo, de que sirve nuestra transformación si no hemos

decidido transformarnos en el hombre nuevo? Escucha esto:

Jesucristo decía: Gusano soy!  Salmos 22.

Porque lo dijo? Porque estaba cargado de  pecados, no propios 

sino los de toda la humanidad, sin embargo al morir, murieron 

con Él todos los pecados que llevaba a cuestas!

Pero si nos entercamos a seguir metidos en el hombre viejo 

y seguimos  pecando, de que sirvió nuestra transformación?

Es como un gusano que  arrastrándose por el suelo hace  su

capullo y se envuelve en él, pasan algunos días, y el capullo se

rompe y sale volando de él, una mariposa de hermosos colores,

Que dirías si en vez de verla volando por el aire, la ves arras-

trándose por el  suelo como un gusano?

Si! Eso! Que no supo agradecer el regalo de Dios!

De que nos sirvió a nosotros los que hemos recibido al Espíritu 

de Cristo para que haga esta transformación en nosotros, si des-

pués, en vez de volar nos seguimos arrastrando en el pecado?

Al convertirnos en cristianos abandonamos el camino ancho de

pecado y hemos comenzado a andar por el camino angosto de 

piedras y espinas, no podemos andar por el angosto, y por el

ancho a nuestra propia conveniencia! No!

Necesitamos decidirnos perfectamente en cuál deseamos estar!

Si en el angosto, tenemos que borrar de nuestro ser, el ancho,

Oh, pero es que seguimos pecando porque estamos en la carne!

Mentira! Pecamos porque rehusamos obedecer a Dios, quien 

nos dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo!

Si amamos a nuestro prójimo de verdad, no podemos pecar! 

El hombre es esclavo de quien sirve! El pecado no es de Dios!

Si no servimos a Dios a quién estamos sirviendo? Piénsalo!

“Nuestro viejo hombre, fue crucificado juntamente con Cristo 

para que el cuerpo de pecado sea destruido, a fin de que no 

sirvamos más al pecado”  Romanos 6-6.

Bendiciones!

José Salazar

S. de C.

"SOLAMENTE UNO"

 

Dios creó al hombre a su  imagen y  semejanza, o sea,  con  un 

cuerpo, un alma y un  espíritu; desafortunadamente, pensamos,

que solamente tenemos que ocuparnos del cuerpo y nada más!

Pero somos tres, y no solamente uno!

Lo mismo sucede con Dios; no es solamente Dios el Padre, sino,

Dios el  Hijo y también, Dios el Espíritu Santo!

Pero no son tres, sino solamente Uno!

Existe  mucha gente que únicamente cree en Dios el Padre, 

otros solamente creen en Dios el Hijo, la mayoría de gente se

olvida por completo de que el Espíritu Santo también  es Dios!

Si crees solamente en el Padre, únicamente tienes una tercera 

parte  de Dios, lo mismo pasa si crees solamente en El Hijo! 

Y obviamente si no crees en Jesucristo, tampoco crees en el 

Espíritu Santo! Escucha esto:

Dios el Padre, está con nosotros, Dios el Hijo está por nosotros

Y Dios el Espíritu Santo está en nosotros!

Dios el Padre, es Dios de todos! Porque decimos esto?

Porque El hace brillar su sol para buenos y malos, también  envía

la lluvia para todos, y nos da la vida a buenos y  malos también!

Jesucristo el Hijo de Dios, quiere estar por todos, pero no todos

lo aceptan sino que lo rechazan, y así, solamente está por  todos 

aquellos que lo aceptan como su Salvador!

Y su Santo Espíritu, está en nosotros desde  el momento en que

reconocemos a Jesucristo como nuestro Señor!

A quien de los Tres amas?  Escucha esto: .

El que tiene al Hijo, también tiene al Padre, el que no tiene al Hijo,

no tiene al Padre, ni tampoco al Espíritu Santo!

No podemos tener solamente una parte de Dios, o lo tenemos todo, 

o no tenemos nada! Jesucristo dijo:

“Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma,

y con toda tu mente.”  Mateo 22-37.

Claro que se refiere a todo nuestro ser: Alma, cuerpo, y espíritu.

Alguien dijo: Cuantos dioses hay?  Y le contestaron:

No sé!, Dime tu: Cuantos dioses hay?  Y él otro le respondió: Uno! 

Solamente hay un Dios y está en todas partes;  

así que…no hay lugar para otro!

“Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de El!” 

Romanos 8-9.

GLORIA AL SEÑOR!

José Salazar

S. de C.