Hay un refrán que dice: “En el pecado está el castigo”
Pero escucha esto: “En la Gracia está el perdón!”
El pecado es la fruta prohibida que nos hace agua la boca, y
a pesar de que sabemos que recibimos un castigo por pecar,
lo seguimos buscando y nadando en él!.
Dios es Amor, es cierto, pero también es Justo, y cuando pecamos,
no se detiene para castigarnos por nuestra desobediencia.
Porqué somos tan tercos? Porqué seguimos ignorando los sagrados
Mandamientos de Dios, volviéndonos cada vez más desobedientes?
Y así, abrimos la puerta del armario en donde Dios guarda la vara
para castigarnos por violar sus santas Leyes.
En la Ley de Dios no hay perdón porque Las Leyes son muy rectas
y nosotros demasiado torcidos por causa del pecado.
Somos como un árbol que crece torcido y nunca se podrá enderezar!
Es cierto esto?
No! Para Dios no hay imposibles; pero primero, tenemos que tener
el deseo de enderezarnos y pedírselo a Dios con fe!
Señor: Estoy más torcido que una enredadera, sé que te va a dar mu-
cho trabajo enderezarme, pero por favor, quisiera estar más recto que
un poste de luz, estoy cansado de vivir esta vida llena de ansiedades,
angustias y, más, por causa del pecado, dime Señor que puedo hacer?
Tomé una Biblia y la comencé a leer y aprendí, que los Mandamien-
tos de Dios no nos salvan, solo nos condenan, y Dios quería salvar-
nos, por eso es que envió a su Hijo al mundo a morir en una cruz
para perdonar nuestros pecados. Y puso su Santo Espíritu en nues-
tros corazones para poder obedecer sus sagrados Mandamientos los
cuáles son: Amar y servir a Dios y a nuestro prójimo!
Porque obedeciendo estos dos, los estaremos obedeciendo todos!
Pero si fallamos en uno solo de los dos, fallamos en todos!
Y así, obedeciéndolos, podremos abandonar al hombre viejo y torcido
y comenzar a vivir una nueva vida en el hombre recto para poder al-
canzar las promesas de Dios de una vida eterna en el cielo junto a Él!
Escucha:
Amar a Dios es obedecerlo, y a nuestro prójimo: Servirlo!
“El que no vive para servir, no sirve para vivir” Decía:
Madre Teresa de Calcuta.
GLORIA AL SEÑOR!
José Salazar
S. de C.
No comments:
Post a Comment