De qué estas hablando?
Del pecado, claro está! Te gustaría hablar de ello?
O mejor deseas seguir amontonándolos sobre tu cabeza hasta alcanzar
la luna y dejar que su peso te aplaste?
Algún día tenemos que enfrentarlos, no es cierto?
Entonces, porque no hacerlo ahora?
Espera! Espera un momento!
Yo confieso mis pecados regularmente para quitármelos de encima!
Acaso no es confesándolos es como nos libramos de ellos?
Depende!
Depende de que?
Depende a quien se los estas confesando! Se los confiesas a Dios?
Bueno, Dios está en el cielo y yo aquí en la tierra,
como puedo confesárselos a Dios?
Te diré como: Dios sabe perfectamente que no podemos alcanzarlo
en el cielo, y por eso envió a su único Hijo a la tierra para que El
nos alcance a nosotros y darnos la oportunidad de su perdón!
Jesucristo es nuestra conexión con Dios! Nuestro Mediador!
“Dios esta en un lado, la gente del otro, y Jesucristo en medio de
los dos para unirles en virtud de haberse dado a si mismo
en rescate por todos” I Timoteo 2: 5
Escucha: Nuestros pecados solamente pueden estar en dos lados:
Clavados en nuestros corazones, o clavados en la cruz de Cristo!
Y como podemos clavar nuestros pecados en la cruz de Jesús?
Únicamente creyendo que con su muerte y resurrección conquistó
el perdón de nuestros pecados y la vida eterna para toda la gente
que lo acepta como su Señor y Salvador!
De nosotros depende conservarlos, o quitárnoslos para siempre!
El con gusto los recibe de nosotros, cuando lo recibimos a El!
Cuando lo aceptamos, hacemos la conexión! Y por medio de ella,
se clavan nuestros pecados en su cruz y recibimos su Santo
Espíritu con quien nuestra nueva vida comienza!
Limpia tu corazón de todo pecado!
Obtén la Gracia de Dios de ahora y para siempre!
Con Jesucristo Nuestro Señor!
BENDITO SEA!
José Salazar
S. de C.
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