"ME OLVIDÉ DEL SEÑOR!"

Preocupado por obtener el pan de cada día,
y las cosas materiales que el mundo ofrece,
mi amor disminuye, mi odio crece,
mi tristeza aumenta, mi alegría se desvanece.
Me olvidé del Señor!
El temor toma el mando,
ya no se por donde ando, porque…
Me olvidé del Señor!
Mi paciencia se termina,
El pecado me domina,
Los insultos comienzan a fluir por mi boca
la gente que me quiere es poca,
Me olvidé del Señor!
Mi valor se aleja
Solo y temblando me deja.
De mi se va la calma
Se llena de miedo mi alma,
Me olvidé del Señor!
Dios mío, perdóname!
Sin ti no soy nada!
Tu eres todo para mí!
Cansados debes de tener los brazos de tanto por mi esperar,
por favor no me los cierres que hoy voy a regresar.

“El Señor es mi Pastor nada me falta:
Me hace recostar sobre verdes praderas
me lleva a descansar junto a aguas serenas
para reponer las fuerzas de mi alma.
Por su nombre me lleva por senderos rectos.
Aunque camine por valle tenebroso
nada he de temer pues vas conmigo,
Tu bastón y tu cayado por ambos yo confío.
Ante mis enemigos sirves mi mesa,
unges mi cabeza con aceite,
llenas hasta desbordar mi copa.
Tu bondad y tu gracia estarán conmigo
todos los días de mi vida.
Viviré en la casa del Señor por siempre.” (Salmo 23)

GLORIA AL SEÑOR!

José Salazar
S. de C.