Oras? Rezas? Le elevas tus plegarias a Dios?
Quien, yo? No! Yo, ni oro ni rezo ni elevo plegarias a nadie!
Porque?
Porque tengo dos manos y un cerebro para trabajar y conseguir el dinero
para comprarme todo lo que quiero!
Por eso es que no lo hago! Tengo todo lo que necesito!
Además, no creo que Dios sea un mago para traerme lo que deseo,
solamente diciendo las palabras mágicas de una oración!
No necesito su ayuda! Soy autosuficiente, y no necesito orar!
Estás de acuerdo conmigo?
Bueno, no!, creo que no! Y te voy a decir porqué! Primero, porque
deberías orarle a Dios, para pedirle un poco de humildad!
Tu orgullo se esta rebosando de tu corazón!
Estoy de acuerdo contigo que deberíamos esforzarnos todo lo que sea
necesario para obtener lo que queremos, como prepararnos en la escuela
para obtener un buen trabajo y obtener dinero para comprar lo deseado,
pero…EL DINERO NO LO ES TODO EN LA VIDA!
El dinero no puede comprar el verdadero amor, o la salud, o los dones
del Espíritu Santo, el dinero no puede comprar la salvación de tu alma!
Y para poder obtenerla, no necesitamos dinero! Necesitamos a Dios!
La salvación es una imposibilidad para los pecadores, porque el castigo
por pecar es la muerte, pero Dios sacrificó a su único Hijo para perdo-
narnos cuando nos acercamos a El con oraciones y le pedimos que nos
ayude, Entonces, El nos envía a su Hijo a salvarnos!
Las oraciones no deberían usarse para obtener cosas materiales
sino para obtener los dones del Espíritu Santo de los cuales el mas
grandioso es: El Amor!
Las oraciones son para pedirle a Dios que nos quite todo el odio que
llevamos adentro y nos lo convierta en Amor hacia nuestro semejante!
Las oraciones pueden usarse para rogarle a Dios por la curación de los
enfermos, le has pedido a Dios por ellos? No?
Entonces, que esperas?
Las oraciones casi nunca son usadas para agradecerle a Dios por todo
lo que nos ha dado, como nuestra vida, nuestras familias, nuestra salud,
en lugar de eso, le seguimos pidiendo cosas materiales! Escucha:
“Busca el reino de Dios y su Justicia y todo lo demás te vendrá por
añadidura” Lucas 12: 31.
Algún día que tu dinero no pueda comprar algo, como tu felicidad…
Entonces, LLORA Y ORA! DIOS CONTESTA LA ORACIÓN!
OREMOS! … y muy humildemente:
ALABEMOS AL SEÑOR!
José Salazar
S. de C.
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